Jabón de cava y rosas

noviembre 22, 2016

Este jabón empezó como una pequeña catástrofe. Llevaba tiempo queriendo utilizar el cava para hacer un jabón y pagué la novatada. Todo dispuesto, con una selección de aceites como el de oliva, coco, maiz, germen de trigo, cacao, sebo y S.E. del 10%. Por supuesto el cava, pétalos de rosa del jardín y fragancia de rosa.

Como veis, todo un lujo de ingredientes para hacer un jabón de primera.

Pues bien, preparo la lejia con el cava (previamente congelado para que no pierda propiedades en contacto con la sosa) por un lado y los aceites por otro. Dejo enfriar, mezclo, remuevo manualmente un poco, separo dos partes para añadirle los pétalos en una de ellas y……horror, la traza se acelera a marchas forzadas!!! Remuevo deprisa pero, nada, adiós a hacer firulillos ni presentaciones, me da el tiempo justo para embutirlo en moldes a cucharadas.

Qué rabia, en mi cabeza habia un precioso jabón y lo que tenia delante era una amalgama de ingredientes empujados en moldes. Ahora ya sé que tenia que haber reducido el cava para evaporar el alcohol, el culpable de acelerar la traza.

Bien, lo puse en el secadero de jabones y pensé que lo utilizaria en casa. Aunque feo de aspecto, los ingredientes son de primerisima calidad por lo que había que utilizar. Mi sorpresa ha sido cuando, a los dos meses de secado y cuando ya casi me había olvidado, me he decidido a probarlo. Mmmmm, sorpresa! Se ha convertido en un jabón cremoso, con mucha espuma y un olor a cava y rosas que enamora.

El cava es rico en polifenoles, que ayudan a la regeneración celular de la piel. Antioxidante y desintoxicante, favorece la microcirculación y previene el envejecimiento de la piel.

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